Sin embargo, vayas donde vayas, siempre tienes algún vecino cabrón, algún racista o simplemente un tipejo que parece que ha nacido con la única intención de tocarte las pelotas.
En mi caso, ese cabrón es éste:
La alarma de incendios de mi cocina: Situada a menos de medio metro de los fuegos, me hace imposible cocinar nada con aceite bajo riesgo de que me salte el sistema de incendios (de momento 3 veces ya) que me da apenas 10 segundos para bloquearlo y evitar que se me inunde la casa (de momento, nunca).
Es superparanoide, he ido a comprar un cubre sartenes, pero resulta que no existen... (no es coña).
Así que, en la espera de recibir por correo un cubre sartenes, cada vez que cocino:
* Abro la puerta del salón.
* La trampilla de la cocina.
* Pongo el extractor a tope.
* Acerco la mesa para poder subirme a ella y apagar la alarma si todo falla.
Lo dicho, me odia.
1 comentario:
quizá debería estar un poco más elevada tu alarma de incendios, te ahorrarías dolores de cabeza y tiempo de preparación de la cena.
te dejo el camping gas para q cocines sin problemas.
por cierto, tu forma de scribir es entretenida, enganchan tus publicacione, no puedes dejar d leerlas hasta el final.
cuidate expatriado:)
Publicar un comentario